Despues de pasar por debajo del túnel de Guadarrama directamente hemos entrado en la provincia de Segovia. Como era de esperar el paisaje ha cambiado radicalmente, con gran cantidad de pinos no carrascos (no consigo distinguirlos... Pero seguramente Pinus sylvestris...).
Al llegar al hotel ha resultado que la cocina estaba cerrada, así que directos a la aventira en busca de un bar o restaurante que sirvieran algo de comer a partir de las 16:00 de la tarde. Al final, en un restaurante que tambien es hostal, Las Farolas, nos han atendido como reyes.
¡En un rato a Segovia ciudad!
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